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Al igual que ya hizo Ana Botín este mismo año, el presidente de BBVA, Carlos Torres, claudica con los activos digitales. En el sector es de sobras sabido que los bancos españoles están explorando la forma de no quedarse sin su parte del pastel en esta nueva revolución, pero se mantienen cautos ante la falta de reglas de juego claras, reconoce el banquero en una entrevista de ‘Expansión’, en el marco del foro del Davos. «Estamos viendo una creciente demanda por parte de nuestros clientes, que quieren obtener acceso a criptoactivos a través de servicios más seguros y confiables que los que ofrecen los jugadores menos regulados», explica.
«Las entidades hacen sus números sobre la cantidad de dinero que sale de las cuentas todos los meses y van a parar a plataformas de compraventa de criptomonedas. Un dinero que ellos dejan de ganar y, además, se están perdiendo el negocio de las comisiones», comentaba Eneko Knörr, uno de los fundadores de la empresa de custodia de criptoactivos Onyze, en una entrevista con Bolsamanía. Y analizaba que «a los bancos les cuesta dar el paso por toda la mala fama que tienen estos activos, es innegable que existe un riesgo reputacional».
Por este motivo Torres pone el acento en que «las ‘criptos’ son activos muy volátiles y poco regulados ahora mismo«. «Han tenido un crecimiento exponencial en los últimos años, dentro de un espacio dominado por los jugadores nativos del espacio», prosigue y reconoce que «los bancos se han mantenido al margen por la falta de claridad regulatoria». Por lo tanto, «necesitamos que las autoridades promuevan un marco regulatorio global, claro y consistente», enfatiza en declaraciones al medio económico.
«Estamos viendo una creciente demanda por parte de nuestros clientes, que quieren obtener acceso a criptoactivos a través de servicios más seguros y confiables que los que ofrecen los jugadores menos regulados», dice Torres a ‘Expansión’. Unas palabras que se ven avaladas por los datos que respalda el mismo Banco de España. El Índice de Adopción de Criptoactivos de Finder estima en un 12% el porcentaje de adultos que poseen criptoactivos. Según una encuesta similar de Statista, el 10% de los encuestados en España afirma usar o poseer criptoactivos.
En cuanto a esta regulación, tardará en llegar. El Parlamento Europeo se halla desarrollando la Directiva de Mercados en Criptoactivos (conocida como MiCA). Se estima 2024 como el horizonte en que será transpuesta en los distintos países.
Entretanto, firmas del sector insisten en que «ya se han establecido mecanismos de prevención de riesgos tanto en Europa como en España”, apunta Enrique Palacios, CCO de Onyze. En primer lugar, recuerda la plataforma de ‘criptos’ la ley pionera de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que regula la publicidad de inversión en activos digitales está protegiendo ya a los inversores, avisando constantemente de la naturaleza de estos activos. Pero además, Palacios señala los requisitos prudenciales establecidos por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CSBB) donde se distinguen los riesgos de los distintos tipos de criptoactivos para que puedan ser utilizados bien como activos de inversión o como cobertura en los productos financieros como futuros o fondos cotizados (ETF).
Sin embargo, Torres, al igual que otros primeras espadas de la banca creen que son insuficientes para arriesgar a sus corporaciones. Personalmente, ya es otra cosa. El presidente del BBVA dijo que invertía algo para ver cómo funcionaba ese mundo y la filial de BBVA en Suiza permite a sus clientes la inversión en criptoactivos. Asimismo, el banco participa en Coinbase, uno de los gigantes de la compraventa de criptoactivos y empresa cotizada en el Nasdaq. Sus acciones han perdido alrededor de un 80% desde su estreno en bolsa.
