La ciencia corrobora que usar insultos es bueno, cuáles se usan más según qué provincia española

Insultar es muy humano. Nos sale a lo largo del día y no tiene que significar que estamos enfadados. Forma parte de nuestro lenguaje y los científicos han descubierto que, curiosamente, sienta bien a nuestro cuerpo y mente soltarlos de veces en cuando.

Decir palabrotas produce efectos que no se observan con otras formas de uso del lenguaje. Por lo tanto, decir palabrotas es poderoso. Genera una serie de resultados distintivos: fisiológicos, cognitivos, emocionales, analgésicos, interactivos y retóricos.

Sin embargo, sabemos que el poder de las palabrotas no es intrínseco a las propias palabras. De ahí que la gran pregunta de partida sea: ¿cómo se consigue el poder de los insultos?

Los científicos explican en su estudio que han demostrado que decir palabrotas produce resultados que no se observan con otras formas de uso del lenguaje. Entre ellos se encuentran los efectos cognitivos, autonómicos, interactivos, retóricos, emocionales, catárticos y de resistencia/fuerza.

Pero, ¿cómo se consigue extraer poder de los insultos? Los investigadores consideraron posibles explicaciones, incluyendo la excitación emocional, los conceptos lingüísticos de estructura, fonología y semántica, y el concepto psicológico/conductual generalmente aceptado del condicionamiento clásico aversivo (asociarlas con los recuerdos de los castigos de la infancia).

Pero ninguno de estos marcos proporciona una explicación totalmente convincente de cómo y dónde se adquiere la potencia de las palabrotas, justifican los investigadores.

Cuáles son los insultos más usados en España

Como puedes ver en el mapa que tenemos sobre estas líneas, en España se realizó un estudio en profundidad que buscaba conocer los tres insultos más comunes por Comunidad Autónoma. Como ves, no se eligió uno, eso sería muy poco conciso. Por cierto, hay mapas muy interesantes.

Con diferentes colores, podemos observar como hay una predominancia del color azul, donde los tres insultos más usado son: gilipollas, imbécil y cabrón/cabrona. Esto se da tanto en Madrid como en Cataluña.

Luego tenemos Andalucía, donde son los únicos en usar la combinación: gilipollas, cabrón/cabrona e hijoputa/hijaputa. Como curiosidad, tres comunidades muy alejadas entre sí comparten trío de palabrotas: Región de Murcia, Extremadura y Galicia.

Insultar, utilizar palabrotas, tiene un efecto positivo en nuestro cuerpo. Es cierto, pero debemos tener en cuenta cómo hace sentir a los demás cuando los empleamos para castigar a otros. En la intimidad y a solas está bien usarlos, pero insultar a alguien sigue siendo algo negativo como sociedad.